De las profundidades de la tierra fluye y en el mundo le llaman oro negro, pero no precisamente por tratarse de una preciada joya, sino por su amplio valor intrínseco y alta demanda.

Para nadie es un secreto que el petróleo es una de las materias más importante y cotizada en la vida cotidiana. Además de ser un portador energético en la generación de electricidad y vapor, también incide directamente en los más disímiles aspectos de la producción y los servicios, además del uso de sus derivados.
Descubrir dónde se encuentra, refinarlo y distribuirlo es tarea de experimentados obreros, técnicos e ingenieros que aplican todo su ahínco, voluntad y mucho más porque saben muy bien la responsabilidad que asumen.
Garantizar la explotación de los yacimientos lleva consigo obras imprescindibles como la construcción de vías de acceso al lugar, la creación de condiciones para levantar la torre perforadora, montaje de equipos, interconexión de tuberías y la construcción de tanques para almacenar el crudo, por solo mencionar algunas acciones las cuales están antecedidas por la investigación geológica sobre las características del subsuelo.
Diferentes puntos en una extensa franja norte del litoral que abarca las provincias de La Habana, Mayabeque y Matanzas son escenarios donde acontece el día a día de quienes miran hacia delante para lograr el compromiso con la sociedad y la economía.






Acerca del autor
Graduado de Licenciatura en Periodismo, en 1976, en la Universidad de La Habana. Hizo el servicio social en el periódico Victoria, del municipio especial isla de la Juventud, durante dos años.
Desde 1978 labora en el periódico Trabajadores como reportero y atiende, desde 1981 temas relacionados con la industria sideromecánica. Obtuvo premio en el concurso Primero de Mayo en 1999 y en la edición de 2009. Es coautor del libro Madera de Héroes.